Querido diario:

Hoy, después de tantos años decidí volver a ti, sacarte de ese cajón viejo, romper tu candado, (porque en mi niñez escondí la llave en un lugar dónde sólo yo sabría como encontrarla, lastima que he crecido y esa es una de las cosas que mi memoria ha decidido olvidar), tomé un lapicero, no las que tienen graciosos animales arriba, ni plumas, ni tampoco es rosa ni prende luces al apoyarla en tus finas hojas, pero el punto es que escriba ¿No? Quería decirte que te extraño, las horas son largas sin ti, el día no parece terminar y los momentos tristes son aún más duros, y que lo siento, por olvidarte y dejarte atrás, pensando que ya había madurado y no necesito de un diario íntimo, pero ahora me di cuenta que hay muchas cosas que mantengo dentro de mí, cosas que no quiero decir a nadie. ¿Porqué? Pues, me da vergüenza, creo que la gente me juzgaría mal si lo supiera, pero que me están matando si no las digo ya. Creo que de todo lo que toqué, miré y conocí, tu guardas mejor que nadie los secretos, sabes escuchar, no juzgas y das los mejores consejos, mejor que una madre, un primo, un amigo. Me haces sentirme bien conmigo misma cuando hago las cosas como se deben, creo que le llaman orgullo, pero al mismo tiempo cuando hago las cosas mal, siento algo parecido a culpa. En fin, deberías saber que dentro de todo soy feliz, tengo mucha gente que me quiere, me necesita y se preocupa por mí, que he logrado muchas cosas, oh, si supieras te sentirías tan orgulloso, he seguido adelante con mi vida, igual mi mamá, ella está en una relación, es un hombre bueno y fantástico, creo que me va a dar la oportunidad de un mejor futuro, y sé que si pudieras, estarías sonriendo en este momento, ya tengo 17 años, soy toda una mujer, tomo decisiones por mí misma sin necesitar ayuda de nadie, tengo responsabilidades que son tan sólo mías, pienso, hablo y actúo según mi parecer, al igual que juzgo deliberadamente y sé diferenciar el bien del mal; pero aún así, sigo siendo esa pequeña niña, lloro, grito, me enojo cuando no obtengo lo que quiero, necesito de alguien para seguir adelante, me aferro hacia la gente que no conozco y a veces salgo lastimada, y aunque no quiera admitirlo, todavía tengo ese peluche del que de niña dormía con, claro que lo tengo guardado en una caja en algún lado, me creo demasiado grande para que esté en mi habitación haciéndome pasar vergüenza en frente de la gente que entra y ocupándome espacio necesario para cosas de nena grande. También quiero decirte que di mi primer beso, sí, cuando niña me parecía algo totalmente desagradable, solía decir que ver a gente besarse daba asco, ¿Como a una mujer le podría gustar besar a semejante atrocidad?, y ahora mírame, me parece tan romántico y normal. Pero creo que de pequeña tenía mucha razón, ¿Cómo puedo besar algo que me daña más de lo que me hace feliz? ¿Cómo puedo llevarme yo sola hacia la infelicidad cuándo podría ser feliz corriendo, saltando y trepando árboles? Que inteligente que era, cada vez que crezco, empiezo a dejar de pensar en mí y me centro en los demás. Quizás ese sea el secreto de la felicidad, pero es que antes no tenía problemas, responsabilidades, sólo correr y divertirme, sería tan fácil vivir así, al igual que aburrido. ¿Quién quiere una vida sin amor? Yo por lo menos no. Querido también debería contarte que este año termino el colegio, sí, doy el paso más grande que he dado en toda mi vida, y es que iré a vivir yo sola a un departamento en una ciudad que no reconozco. ¿Será difícil seguir adelante? En realidad, quiero averiguarlo. Diario, te pediré una cosa, ¿Estarías allí cuando pase? Tendré a mucha gente junto a mí, mi mamá de seguro me acompañará, pero te necesito, pensar en alguien que me escuche y que pueda desahogar todos mis pensamientos, emociones y sentimientos me hace dar ganas de no parar de escribir en ti, aún así mis dedos y mi mano se cansan, en algún momento te tendré que decir adiós, ya he aprendido hacerlo, pero ahora que has vuelto, prometo no volver a dejarte ir. Las niñas grandes necesitamos decir lo que pensamos, pero sigo siendo una pequeña nena, y me da miedo decir todo, es cuándo más te quiero aquí, para calmar mis lágrimas derramas sin noción, para compartir mi risa y mis sonrisas, para ayudarme a decidir entre amar o vivir, entre calma o pasión, entre la mente o el corazón.
Siento que sea tan tarde, la luz de la luna y la oscuridad del cielo están tomando prisionera mi habitación, me iré a acostar y trataré de dormir, eso si puedo dejar de pensar en ti, quizás rece un poco, y después prenda la televisión y me quede dormida distraída, porque los pensamientos, recuerdos y demás me acosan las largas horas de la noche, por favor no me olvides, sé que yo no haré, estaré ansiosa hasta mañana para volver a escribir en ti, un beso grande, desde dónde estoy te digo adiós, te amo, te amé y te amaré papá.



1 comentario: